A simple vista no se ve, pero muchos podrían pensar que el aire de la casa está más limpio que el del exterior. Aunque muchas veces no es así. Al interior se quedan suspendidas en el aire partículas y microorganismos como el ácaro, piel muerta, polen. Y pueden llegar a afectar la calidad, para mantener una buena calidad de aire recomendamos tener un purificador de aire.
Empecemos explicando qué es un purificador de aire.
Los purificadores de aire son dispositivos que se encargar de purificar, filtrar y ventilar el aire en nuestro espacio
¿Cómo funcionan?
Un ventilador aspira el aire del ambiente a través de una rejilla. Reteniendo partículas de polen, ácaros, virus, bacterias y otros para a continuación pasar por un sistema de filtrado. Por lo general con un filtro HEPA combinado con algún otro, como puede ser un filtro de carbón activo, irradiación de luz ultravioleta, entre algunos otros, es ahí donde se depositan dichas impurezas para al final devolver el aire al ambiente con ya una mayor calidad.
Para poder estar seguro de que el aire que tienes circulando en tu casa es de alta calidad, debes de asegurarte de que tu dispositivo se encuentre trabajando en optimas condiciones, para esto es importante el tener una estricta rutina de mantenimiento, comenzando con la limpieza del aparato, sobre todo lo que concierne a los filtros y seguir las indicaciones del fabricante, ya que hay filtros prelavables que podrás revisarlos cada 2 o 3 semanas o el filtro de larga duración el cual debes verificar su estado al menos cada 2 meses.
