Los pisos radiantes son parte de una tecnología que de a poco se ha hecho un nombre dentro de las alternativas en calefacción.
Se denomina pisos radiantes, paramento radiante o losa radiante al sistema de calefacción que emplea alguno de los paramentos de un local como emisor de calor. El emisor puede ser cualquiera de los paramentos de los locales a calefaccionar (suelo, paredes o techo), pero lo más común es el suelo.
Consumo energético
En cuanto al gasto por consumo, los pisos radiantes gastan alrededor de 30% menos que la calefacción tradicional.
Puede ser aplicado desde un departamento pequeño hasta una vivienda de 1000 metros cuadrados, en otras palabras, es accesible para todo tipo de viviendas.
Es importante señalar que los pisos radiantes no necesitan mantenimiento, una vez instalado funciona para siempre. Se controla por termostato, lo que significa que se gasta solo lo necesario. Asimismo, agrega que el proceso de instalación del piso radiante no es invasiva y se conecta a la red eléctrica.
¿Cómo funcionan los pisos radiantes?
Los pisos radiantes se componen de dos tecnologías, una es un cable térmico (conductor eléctrico) y el otro es una lámina térmica. La primera es apta para cerámicas o porcelanatos y la segunda, para piso flotante y de madera o vinilo.
El cable térmico se calienta 70° y distribuye esa energía sólo en una parte, el calor de la lámina cubre una superficie mayor generando calor suave que traspasa la madera.
La mayor gracia de este producto es que es súper democrático, el piso radiante ya no es solo para pocos.
Hace algunos años todos creían que la energía eléctrica en cuanto a calefacción era muy cara, hoy esa barrera se está cayendo, ya que productos como el piso radiante ha hecho que la gente comience a cambiar ese paradigma.